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Los pronombres y tratamientos en las cartas de Indias

por Eva Bravo

Un aspecto interesante en las cartas de particulares escritas desde América es el uso de los tratamientos y de las fórmulas de cortesía.

Usos de los pronombres en las cartas

En las cartas de particulares de Indias del siglo XVI encontramos duplicación y repetición de los pronombres objeto por expresividad e insistencia:

 tórnolo a rogároslo (c.17)

 no os tengo nada más que os avisar (c.279)

 que os dispusiésedes a os venir a esta tierra (c.458)

 v.m. no los quiere enviármelos (c.478)

En otras ocasiones, además de la expresividad, habría que pensar en al ambigüedad del posesivo de tercera persona su (suyo), ya que con frecuencia se aclara su referente mediante una construcción sintagmática:

 su hermana de Isabel Peña (c.20)

son suyos de él y van por suyos (c.52)

su mujer de Francisco García (c.86)

su hijo del boticario (c.186)

Leonor Márquez, su madre de Cristóbal Moreno, y Beatriz Márquez de Liana, su hermana de Cristóbal Moreno (c.48)

mujerLa repetición de los pronombres de primera y segunda persona es especialmente frecuente cuando el autor trata de resaltar su circunstancia personal en América (prosperidad, riqueza, posesiones, servicios a la Corona, etc.) o cuando el tono de la carta no es amistoso.

Como ejemplo de este último caso es especialmente significativa la carta de Manuel Pérez de Rojas a Juana Miguel, enviada desde Panamá, 1587. Ante las amenazas de su novia con enviarle a la justicia, este emigrante a Panamá cree necesario precisar la cuestión en los siguientes términos:

Informé a algunos teólogos de mi negocio de la suerte que me pasó con vos y cómo yo no tuve cópula con vos, que yo no llegué a vos. Y me dijeron que bien podía tomar el hábito, porque yo les conté la verdad, y yo os juro cierto que, si los recaudos vinieran, que yo lo hiciera sin duda, o si mi padre, Dios le dé el cielo, lo viniera a saber, mas yo tuve mucha diligencia en que las cartas no fuesen a sus manos. Y pues yo he andado con mucho cuidado… (c.288)

Fórmulas de tratamiento en las cartas

En cuanto a las fórmulas de tratamiento, voy a hacer aquí solo una visión general, ya que en otras entradas las analizaré con más detalle.

Únicamente quiero señalar que en este material creo interesante:

  • la comprobación de la vitalidad de vos o la expansión de vuestra merced
  • el análisis de las vacilaciones y alternancias de estas formas que muchas veces se producen sistemáticamente en una carta
  • la introducción de formas coloquiales de tratamiento, es decir, su análisis como variaciones sensibles a los niveles de formalidad definidos por el escenario

Sabemos que la cortesía, como fenómeno comunicativo, no está enteramente codificada por el lenguaje. Así, a parte de comprobar la vigencia de formas, usos y valores en esta fecha, mi interés actual por estos elementos me hace trabajar en dos hipótesis respecto a este material:

  1. Muchas de las fórmulas de cortesía no son originales del autor espiritual de la carta, sino del autor material, del escribano, etc., de ahí que la pervivencia de algunas fórmulas de tratamiento no fue «real» sino traslaciones del esquema formulario del escribano. En efecto, quizás estemos atestiguando vacilaciones contemporáneas en el uso de tú/ vos/ v.m./ él,ella («os rogar que hagas por mí vos») cuando en realidad son discordancias entre el emisor y el locutor.
  2. También pudiera ser que en algunos casos debamos entender la presencia de tratamientos y cortesías en las cartas como una reestructuración momentánea de las relaciones de «poder y solidaridad» entre los individuos. Y desde esta perspectiva, la mujer casada tiene la situación de «poder» ya que de ella depende la permanencia del hombre en Indias, lo cual podría explicar que los tratamientos sean más corteses con las esposas de lo que en realidad era el uso cotidiano.

Junto a las formas de tratamiento habituales en la época, es preciso iniciar el estudio de otros usos en los que el andaluz y el español americano se unieron, como en el caso del tratamiento primo entre esposos, que registra el DLE como propio de Andalucía y de América o el de niña para la mujer adulta.

 


Tags

Cartas, Gramática, Sociolingüística


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