Conceptos básicos

El prestigio lingüístico y el estándar del español

por Eva Bravo

Es hora de plantear nuevas concepciones acerca del prestigio lingüístico y el estándar del español.

Las últimas décadas del siglo XX han mostrado un desplazamiento del centro de gravedad en cuanto a la norma prestigiosa de la lengua española. El modelo no se encuentra ya indiscutiblemente en el habla de la antigua metrópoli sino que, cada vez más, se atiende a un estándar americano considerado culto y prestigioso, que muestra sin complejos en la oralidad los rasgos que son propios de cada país.

Las normas urbanas de América

A nivel supranacional, ninguna las estas normas urbanas de Hispanoamérica goza de tanto ascendiente como para sobreponerse a las otras; por otra parte,  todas ellas comparten un reconocimiento de prestigio hacia la norma castellana, que es identificada a su vez con la capital española.

La norma castellana peninsular

prestigio lincoLa norma castellana cuenta además con todo el peso de la historia y la consolidación a través de los siglos, frente a las innovaciones americanas que, aunque algunas sean comunes a varios países- aún no han conseguido el asentamiento social que confiere el ascendiente indiscutible.

Al hilo del argumento anterior –y sin entrar en cuestionar si efectivamente la Península Ibérica es un entorno mononormativo-, se concede que la castellana cuenta con una especial fuerza de cohesión precisamente porque no comparte su primacía con ninguna otra, frente a la pluralidad de normas urbanas americanas y su afán por revalidad un estatus modélico.

La unidad es entendida como una virtud que confiere prestigio e influencia, independientemente del número de hablantes. Historia y unidad son los valores de la norma castellana peninsular, frente a la diversidad e igualdad que marca a los distintos focos de influencia lingüística hispanoamericanos.

Rasgos comunes en el español de América

Por otra parte, se reconoce que la lengua de las principales ciudades americanas comparte una serie de rasgos muy extendidos en los respectivos países.

Estas peculiaridades ya no tienen vuelta atrás; es decir, estamos ante soluciones muy consolidadas, de forma que a un hablante le resultaría muy violento renunciar a ellas para adoptar otras realizaciones ajenas a su idiosincrasia lingüística y difícilmente aceptadas en el entorno idiomático propio.

Estos rasgos son en su mayor parte fruto de innovaciones endonormativas y podrían ser adoptados sólo mediante un gran esfuerzo educativo, empeño personal del hablante y alto coste sociolingüístico.

Sólo para señalar el uso común a las principales ciudades americanas de estas peculiaridades suele hablarse de una norma americana y, precisamente en este contexto, autores como Juan M. Lope Blanch advertían un divorcio creciente entre la norma peninsular y la realidad del uso americano hasta el punto de que se rompe el ideal de norma hispánica.

Español internacional o español neutro

En estas circunstancias cabe preguntarse en qué medida el uso en los medios de comunicación del llamado español internacional o español neutro, tiene la virtud de superar esas fronteras nacionales y hacer que los hablantes hispanoamericanos se sientan más vinculados y comprometidos con usar un estándar lingüístico negociado, en el que se aceptan características propias de otros países.

Los datos actuales nos indican que este neutro va ganado prestigio y aceptación, y que se va extendiendo por ámbitos como el mundo mercantil y empresarial, en los que es apreciado como un acuerdo lingüístico acreditado que tiene la virtud de superar barreras locales y ofrecer un espacio de entendimiento común en el que todos los usuarios se sienten cómodos.

De esta forma, se consigue una reducción de subnormas y variantes locales muy apreciable, al tiempo que se refuerzan los factores comunes.

Aplicación el español internacional

Sirva como ejemplo de esta decisión la traducción de las novelas de Harry Potter, que tienen una traducción para Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile, otra para el resto de América y una tercera exclusivamente para España. El neutro está entrando en la literatura infantil y juvenil, como exigencia editorial.

Refuerzo de la unidad del español

pareEste español tiene un grado de extrañamiento suficientemente ponderado para que, aunque no sea el uso urbano y prestigioso propio, tampoco sea sentido como extraño por parte de ninguno de los habitantes de cada país.

Por tanto, podemos observar que el español internacional está reforzando la unidad lingüística americana en todos los niveles comunicativos sociales.

Su uso va en aumento, hasta ahora los datos así parecen indicarlo. No hay duda de que aumentarán sus ámbitos de aceptabilidad y ganará el prestigio necesario para que sea estimado como norma imitable en contextos comunicativos próximos a la estandarización.

Cabe plantearse, pues, una redefinición del prestigio lingüístico y el estándar del español.

Ya que las soluciones lingüísticas aceptadas no lo son por cuestiones etimológicas sino por motivos extralingüísticos (prestigio, difusión social, vitalidad, simplificación, etc.) hay que prestar atención al número de hablantes de esta modalidad y su creciente aceptación social.

Los medios de comunicación y la publicidad son claros receptores de estas tendencias y, atentos a su consumidor final, cada día conceden más cabida a estos usos en sus producciones. El efecto llega incluso a España, donde se emiten una gran cantidad de producciones hispanoamericanas que tienen buena acogida de audiencia.

¿Cuál es tu opinión acerca de este español internacional? ¿Es útil para tu trabajo?

Charlamos en Twitter: @EspanolAmerica

 


Tags

Español internacional o neutro, Sociolingüística, Variedades del español


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