En el español de todas las zonas, sobre todo en niveles populares, hay vacilaciones en la marca de género que afectan particularmente a los sustantivos terminados en -e o en consonante; o a masculinos o femeninos que no tienen la terminación correspondiente en -o, -a y que el hablante entiende como una «discordancia»: el radio / la radio, el calor / la calor.
Diferencias en la forma de marcar el género
Parte de estas vacilaciones proceden de la adscripción de los neutros latinos y tienen su propia historia, pero en otros casos responden a procesos como:
- Adecuación genérica de tipo popular en formas como: antiguallo, hipócrito, pleitisto, pianisto, feroza, serviciala, federala, sujeta.
- Creación se sustantivos postverbales: el vuelto, el llamado
- A veces se observa una cierta preferencia geográfica en la marca de género: en Colombia, en la costa la azúcar es femenino, pero en la zona andina es masculino (el azúcar).
- Diferenciación semántica: el pelambre ‘chismorreo’, la pelambre ‘el pelo’ en el habla culta de Chile.
‘Nosotros’ con valor genérico
Un caso que merece especial atención es el que afecta el del pronombre de 1ª persona de plural, nosotros se usa a veces como femenino: «Nosotros estábamos desesperadas por conocerlo» (Argentina, Pedro Pico, 5), «Las madres como nosotros», etc.
La influencia del sustrato indígena
En algunos casos se puede argumentar la acción del sustrato indígena. Germán de Granda observa que en Paraguay hay discordancias de género porque en el guaraní las marcas de género y número son muy inestables, lo que provoca que sintagmas como «ríos profundas» sean frecuentes.
Lo mismo ha observado Rocío Caravedo para el Perú de la zona andina, porque el quechua no tienen estas categorías flexivas y en hablantes bilingües se encuentran estos «errores» por interferencia lingüística.
Otras discordancias de género entre pronombres y referentes o entre adjetivos y sustantivos pueden encontrarse en distintas hablas: en las encuestas de Bolivia «Le he pedido que me lo traiga, mi bicicleta».
Marca de género y connotación
Más allá de las razones de contacto o de estratificación sociolingüística, la marca de género está cargado de connotaciones sociales que repercuten en el uso que se hace de esta marca gramatical. La forma gramatical, sin embargo, tiene razones formales e históricas, pero no revela ningún posicionamiento sociológico, como es evidente.
Para saber más puedes repasar la entrada sobre género en el Diccionario Panhispánico de Dudas.
¿Qué eres, juez o jueza, médico o médica, poeto o poeta?