El intérprete es una figura esencial en el proceso de conquista y población de América. Tanto para el primer contacto de una expedición como para los primeros intercambios comunicativos, la presencia o la carencia de un intérprete con conocimiento de la lenguaindígena marcará un desarrollo diferente en el proceso de conquista.
Posibilidades de comunicación en la etapa del descubrimiento
Ángel Rosenblat, en su trabajo «La hispanización de América…», indica las posibilidades más frecuentes que se daban en los primeros momentos de la conquista:
a) En primera instancia, se toma al indígena como intermediario, ya que el indio con frecuencia sabe algo de la lengua de sus vecinos
b) En todas partes hubo españoles que se incorporaron a la vida indígena y aprendieron las lenguas de los indios; dan individuos que había quedado perdidos a causa de naufragios o que habían huido conscientemente por causas personales.
Son casos como los del aragonés Miguel Díaz que había matado a un español, se acogió a una tribu; Cristóbal Rodríguez, un marinero que vivió entre los indios para aprender taíno, etc. Parte de estos españoles eran náufragos o cautivos.
Los primeros intérpretes
El Padre Las Casas cuenta la historia de dos cautivos y un soldado español que, cuando los rescataron, apenas sabían hablar español
y hacían con la boca y con las manos todos los meneos que los indios acostumbraban, con lo cual no poca risa a los españoles causaba.
Algunos llegaron así a asimilarse al mundo indígena; tal es el caso del grumete Francisco del Puerto, único superviviente de la armada de Solís; Gonzalo Guerrero, que no quiere regresar con los españoles porque tiene horadada las orejas, mujer e hijos, etc. y decide no presentarse, a diferencia su compañero Jerónimo de Aguilar, quien cumpliría un papel esencial en el avance de la conquista.
Uso de varios intérpretes
Con frecuencia fue necesario el uso de varios intérpretes y algunos expedicionarios fueron afortunados de contar con esta posibilidad.
Es el caso de Cortés, que tuvo la suerte de encontrarse con Jerónimo de Aguilar, náufrago de una expedición anterior, que sabía maya; más adelante conoce a doña Marina (la Malinche), india maya vendida a los nahuas. En su entrevista con Moctezuma, Cortés habla en español a Aguilar, que traduce al maya a doña Marina y ésta al náhuatl a Moctezuma (y a la inversa).
Dos intérpretes y tres idiomas que marcaron decisivamente el destino de la expedición de Cortés.
Lectura citada:
Ángel Rosenblat, «La hispanización de América. El castellano y las lenguas indígenas desde 1492» Presente y Futuro de la Lengua Española, II, Madrid, Ofines, 1963 (págs. 189-191).