Conceptos básicos, Historia del español

Del latín al romance y del castellano al español

por Eva Bravo

El fin de la Edad Media española está marcada por el matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón -los Reyes Católicos (1474-1516).

La unidad de la península ibérica

Estos monarcas desarrollan una política encaminada a la unificación de distintos aspectos de la vida política, económica, religiosa y lingüística.

De una parte, la unificación de los distintos reinos peninsulares y a la expulsión del islam de la Península Ibérica. La unificación peninsular culmina con la toma de Granada en 1492, unos meses antes de que Colón zarpara hacia su aventura.

A la unidad política y religiosa se le suma la unidad lingüística, pues el rey Fernando abandona su lengua materna aragonesa en favor del castellano, que será a partir de ese momento la lengua del reino y del vínculo político y cultural que el reinado de los Reyes Católicos representa. En este punto, el castellano ha dejado de ser la lengua de uno de los reinos peninsulares y se ha convertido en el español, la lengua de la unidad cultural, social y política.

Al oeste de la Península Ibérica está el Reino de Portugal, que en distintos momentos pertenecerá a la Corona española y lingüísticamente emparentado con la lengua que se habla aún hoy en el noroeste de la península, el gallego, hasta el punto de que desde el punto de vista de la historia dialectal se habla de gallego-portugués.

La expansión del castellano

No debemos entender esta expansión del castellano como una mera decisión de estado. Su generalización frente a otras lenguas peninsulares (navarro, leonés, aragonés, gallego, etc.) estaba avalada por su vitalidad lingüística, el creciente prestigio social que fue ganado a lo largo de los siglos precedentes y la realidad de los hablantes.

Los pobladores de los territorios peninsulares que se iban ocupando tras ganarlos al islam, hablaban castellano, en el que mezclaban a veces palabras de otras lenguas romance, según la procedencia de estos individuos.

De otra parte, los literatos y hombres cultos de la época reconocen una mayor propiedad lingüística del castellano y una superioridad de esta lengua en su vocabulario y en sus estructuras gramaticales. El latín sigue siendo la lengua de cultura y de los temas elevados, pero la sociedad real va introduciendo en ellos cada vez más el uso del castellano.

Por eso, cuando Cristóbal Colón se pone al servicio de la Corona española, adopta el castellano para sus escritos y aunque en su primer viaje llevó intérpretes en lenguas orientales, todo el descubrimiento y población de las Indias occidentales se hace en español.

La difusión y consolidación del castellano

Tras la muerte de la reina Isabel en 1504, sobrevienen años de incertidumbre en la sucesión y en el futuro político y social de esta reciente unidad, hasta que ocupa el trono su nieto Carlos I en 1516, quien respaldará definitivamente el lugar que ocupa el castellano.

Con él España adquirirá una proyección europea, no sólo por los territorios que la Corona española tiene en Flandes e Italia, sino también porque Carlos es nombrado Emperador de Alemania en 1519 y desde entonces sus viajes y su actividad diplomática y militar será incesante. Su reinado coincide con la época en que se dibuja la geografía americana y se toma conciencia del alcance del descubrimiento de Colón.

El respaldo decisivo con Carlos I

Carlos I adoptó el castellano como lengua de sus relaciones sociales, dentro y fuera de España, utilizándola incluso en actos políticos delicados. Con este monarca el español desborda la geografía peninsular y se consolida como una lengua de cultura y de una proyección social incomparable, y su reinado coincide precisamente con la época en que se dibuja la geografía americana y se toma conciencia del alcance del descubrimiento de Colón.

Sin este respaldo de los hablantes y de la política lingüística llevada a cabo por estos gobernantes, no podría explicarse ni la difusión por América de la lengua española, ni el desarrollo de la ingente actividad literaria que se llevará a cabo en los siglos XVI y XVII, que dará sus frutos en obras de autores trascendentales para la estilización de la lengua y su cohesión hasta hoy.

 


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Personajes, Política lingüística, Variedades del español


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