Dinamismo en la creación del español americano
El vocabulario del español de América se caracteriza, de una parte, por esa enorme capacidad para innovar, para crear palabras nuevas utilizando los procedimientos lexicogenésicos (para la formación de palabras) del propio español. Esta capacidad para la creación léxica se refleja, por ejemplo, en que recurre a la introducción de préstamos de otras lenguas menos que el español peninsular.
De otra parte, se caracteriza también por el arcaísmo, es decir, por la pervivencia de palabras y significados que ya han desaparecido del uso estándar del español peninsular.
Desde el punto de vista del estándar peninsular, el español americano utiliza arcaísmos porque en él perviven palabras que tienen escasa vitalidad en la norma para el hablante peninsular o están relegadas a usos dialectales, pero para el hablante americano tienen plena vigencia, como es el caso de la palabra pollera (‘falda’), vidriera (‘escaparate’), o la preferencia por los adverbios de lugar acá y allá frente a la selección peninsular aquí, allí (si bien esta es una preferencia que está cambiando).
Creación frente a anglicismo
Hay una mayor facilidad que parece caracterizar al español americano hasta hoy para crear palabras con los procedimientos de designación internos del español, sin tener que recurrir a préstamos de otras lenguas.
Es este un rasgo fuertemente apreciado por el hablante peninsular que suele pensar que, en general, el hablante americano, incluso el más popular, usa una lengua española más propia y tradicional.
De hecho, los estudios sociolingüísticos sobre el habla de las principales ciudades americanas, muestran que en ellas hay menor presencia de préstamos en general y de anglicismos en particular, que el español de España, incluso en aquellos países de mayor proximidad o vinculación con Estados Unidos, como ya ejemplificaban los estudios de Juan M. Lope Blanch (1979): parquear y parqueo frente al galicismo general en España aparcar y aparcamiento; tocino frente al peninsular beicon (bacón); o el tan mencionado e internacional signo de la circulación stop que en muchos países de América y concretamente de la zona caribeña está sustituido por los castizos alto o pare.
De los anglicismos en el español americano recogidos por G. Haensch, muchos tienen plena vitalidad en el español peninsular: apartamento, mitin, deforestación, joggin, lunch, panty, receso, etc. y es solo cuestión de tiempo que otras se introduzcan. No obstante, son muchos los anglicismos en el español peninsular, que no tiene un grado de contacto tan intenso con el inglés como países como México, Puerto Rico, etc.
Y en todo caso, ¿hay que tener miedo al anglicismo?
Y tú, ¿usas muchas palabras del inglés? ¿a qué temas se refieren?